|
|
Asueto provincial, desfile policial en el centro de Capital, acto central en la Plaza Cabral y emotivos mensajes de aliento a los soldados argentinos, fueron las postales que quedaron plasmadas para siempre en los diarios de locales.
“Argentina ocuparía las Malvinas” con titulares de ese tipo, amanecieron los diarios correntinos el 2 de abril, mientras a miles de kilómetros al Sur comenzaba la ocupación argentina que iniciaría uno de los capítulos más tristes de la historia nacional. En la provincia, la confirmación llegó por la tarde, a través de la cadena nacional de radiodifusión del entonces presidente de facto, teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri.
[[img-131692]]
Sin embargo, toda la mañana hubo rumores de que las Malvinas habían sido recuperadas por las tropas argentinas. Alrededor de las 11.30, el gobierno provincial declaró un asueto administrativo y la banda de la policía inició un recorrido por las calles del centro de la ciudad, al son de canciones patrias que fueron aplaudidas por la gente que salía a aplaudirlos. Los festejos habían comenzado.
[[img-131694]]
Por la tarde y mientras los correntinos vivían un momento de alegría a causa de las noticias recibidas y el mensaje de la cadena nacional, se llevó a cabo la celebración central. Fue un acto cívico militar multitudinario, que convocó a personas de toda la ciudad y se inició a las 18.30, en la plaza Sargento Cabral. “Edificios embanderados, escarapelas en los pechos y automóviles que paseaban la enseña patria, fueron muestra elocuente del sentir popular”, publicó un diario impreso.
[[img-131693]]
Ese fue, según lo nombraron el “acto oficial de la reafirmación de la soberanía nacional”. Lo encabezaron el entonces gobernador de la provincia, general de brigada Juan Alberto Pita, junto con las máximas autoridades militares, civiles y eclesiásticas de Corrientes. El Himno Nacional Argentino fue, por supuesto, el otro gran protagonista de la jornada.
[[img-131695]]
Tras la bendición del Arzobispo, monseñor, Juan José López, quien pidió “que la virgen proteja el suelo argentino”, habló Pita. “El país vive una hora totalmente argentina”, dijo en su discurso que duró varios minutos. Luego arriaron la bandera nacional y un desfile cívico militar dio por finalizado el acto que congregó a miles de personas entre políticos, autoridades, y delegaciones de distintos barrios que unieron de manera simultánea al homenaje que se extendió hasta altas horas de la noche.
[[img-131699]]
Al día siguiente, las tapas de los diarios informaron lo mismo: “Recuperadas las Islas, Londres amenaza con enviar sus buques”, “Operación combinada que duró doce horas”; “Histórica recuperación de las Islas Malvinas”; “¡Malvinas: la provincia más ansiada!”; entre muchos otros que inundaron los puestos de la ciudad.
[[img-131691]]
Las publicaciones hacían referencia a los festejos, a las noticias que se tenían a nivel nacional y a hechos locales que cobraron relevancia por el contexto. Por ejemplo, un nacimiento en Capital de una niña que fue bautizada Malvina en homenaje al acto heroico de las tropas argentinas. “Un profundo y modesto aporte a mi país”, dijo entonces su mamá, Zunilda Codutti de Gómez.
[[img-131698]]
Fue todo alegría ese y los días posteriores mientras las radios y la televisión iban mostrando los “avances” de las tropas argentinas en el Sur. Con el correr del tiempo, las novedades de las pérdidas, e incluso meses después de la rendición, comenzaron a revelar la verdad y la Gesta de Malvinas se convirtió en la herida abierta que, al día de hoy, perdura en la Argentina.