Una víbora curiyú apareció en la costanera capitalina este sábado y sorprendió a los transeúntes. El animal fue trasladado al Centro de Conservación Aguará y sería liberado en breve. 

 

Con la intensa lluvia de esta mañana de sábado, apareció en plena costanera capitalina, más precisamente frente al Casino, un ejemplar de boa curiyú. de gran tamaño y sorprendió a quienes pasaban por el lugar. 

El animal, fue rescatado por personal de la Dirección de Recursos Naturales y trasladado al Centro de Conservación Aguará, donde fue revisado por profesionales veterinarios. 

"Lo llevamos al Centro Aguará para realizarle unos estudios", reveló a EL LIBERTADOR personal del organismo que luego confirmó que el animal se encuentra en buenas condiciones y será liberado. 

 El reptil podría haberse trasladado desde el río Paraná, que se encuentra a solo metros del lugar donde fue hallado.

La curiyú o anaconda  amarilla, es el más grande de los boídeos argentinos, llega a medir 4 metros, y su peso alcanza los 30 kilogramos.

Su piel se considera valiosa tanto por sus escamas y diseño como por su tamaño.

Su nombre vulgar deriva de “Curú tijú”, que significa “espuma en la garganta”, y posiblemente se debe a la abundante saliva que se acumula en su boca cuando traga una presa, destaca la Dirección de Fauna Silvestre y Conservación de la Biodiversidad Argentina.

Se trata de una especie acuática y en nuestro país la habita, principalmente, en los ambientes de humedales (lagunas, esteros, bañados, cañadas y valles de inundación), siempre en proximidad de las cuencas de los ríos. Se la encuentra también en zonas abiertas de tipo sabana o parque.